jueves, 19 de julio de 2012

Lo grandioso de la letra chica

Se encontraron una tarde, el 0.1% de las probabilidades de embarazo de los preservativos con el 0.1% de los bacterias y hongos que los desinfectantes no elimina.
Se quitaron sus sobretodos impermeables de desgracia , se miraron cortito y se sonrieron, como cuando uno se alegra de encontrarse con otro que tiene algo en común y que nadie más  tiene ni entiende.
Compartieron anécdotas y se rieron de alguna que otra víctima pero más se lamentaron de muchos otros casos en los que no pudieron actuar aún sabiendo que su intervención pudo haber enseñado una gran lección.
No les molestaba sentirse marginados y rechazados por la mayoría sino que, por el contrario, aceptaban gustosos el desafío de ser malvistos por el resto porque sabían que tarde o temprano (o quizás nunca concientemente) les agradecerían haber aparecido. 
Lo improbable e inesperado suele llevar un sobretodo o disfraz de desgracia pero todo eso que no se quiere que suceda (pero igual pasa) está siempre ahí queriendo decir algo. Queda en uno seguir dramatizando tragedias o aprender a leer la letra chica. Y uno somos todos.


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