sábado, 14 de septiembre de 2013

Lo fatal y lo fetal.

Me levanté tan bien que sentí que tenía que batir alguna para equilibrar el optimismo. Así es como me surgió esta idea de vicenticar obras. Si, eso mismo que hace Vicentico cagando canciones quise hacer hoy con grandes poemas. 
Leo poca poesía, de resentida más que nada, porque yo no sé escribir poemas entonces digo que no me gusta. Pero la verdad es que algunos me gustan y, a modo de ejercitación, elegí mi poema favorito y lo reversioné (=cagué) para ver qué onda esto de escribir en verso.
Les comparto primero el original para que se deleiten y después mi versión, para que se rían.




LO FATAL
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida, por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
(Este es Rubén) 


LO FETAL

Desgraciados los robots que no disfrutan la placenta, 
y más aún los adultos porque éstos ya no sienten,
pues no hay garrón más grande que no tener título ni paper,
ni mayor pesadumbre que ser hipster sin lentes.
'Ser' para no engordar y 'Knorr' sin sabor verdadero,
y el temor de haber sido cornudo y ser un futuro infiel...
y el espanto de no salir un finde,
y sufrir por el 'visto' sin respuesta.
A los que no conocemos e igualmente queremos impresionar,
y las ondas rusas que tientan con sus resultados,
y la tumba que aguarda con sus lucecitas led,

¡y no saber adónde vamos,

pero recordar que de un feto venimos!...

(Esta fui yo, perdón Rubén!)



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